Cada vez que Shohei Ohtani, el fenómeno japonés de los Dodgers, se presenta en la caja de bateo, el estadio entero se prepara para presenciar algo asombroso. Y el sábado pasado, no decepcionó.
En su segundo turno, al bate contra su compatriota Yusei Kikuchi, Ohtani volvió a dejar a todos boquiabiertos. Con el conteo en 2-2, Ohtani hizo contacto con una recta de cuatro costuras, y el sonido resonante del impacto fue acompañado por exclamaciones de asombro de la multitud en el Rogers Centre.
Cuando los números de velocidad de salida se mostraron en la pantalla gigante del jardín central, la razón del asombro quedó clara. El sencillo de Ohtani registró una velocidad de salida de 119.2 mph, el batazo más duro en su carrera y el más potente de cualquier jugador en las Grandes Ligas esta temporada. Este impresionante logro también marca el batazo más duro de un jugador de los Dodgers desde al menos el año 2015.
Este no es un logro aislado para Ohtani. Con este batazo, ahora ha acumulado tres batazos con velocidades de salida de 119 mph o más en su carrera en las Grandes Ligas, quedando solo detrás de Giancarlo Stanton (32) y Aaron Judge (6) en la era de Statcast.
Lo notable es que Ohtani ha superado su propio récord establecido apenas cuatro días antes. Con un jonrón que registró una velocidad de salida de 118.7 mph, Ohtani marcó el bambinazo más potente conectado por un jugador de los Dodgers desde que se implementó Statcast en 2015. Además, este jonrón fue el más duro en la carrera de Ohtani y el duodécimo más potente en general en las Grandes Ligas desde 2015.
El dominio de Ohtani en el plato continúa asombrando a propios y extraños, estableciéndolo como uno de los bateadores más temidos y poderosos en el juego actual de las Grandes Ligas.
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